viernes, 9 de diciembre de 2011

"La trucha y el torrente de la montaña"


Os propongo la lectura de un fragmento del artículo que Alvar Aalto escribió como reflexión sobe la cuestión que cualquier estudiante ha planteado en algún momento de su vida ¿Cómo se proyecta?

Cuando tengo que solucionar un problema arquitectónico me encuentro generalmente, casi sin excepción, ante un obstáculo difícil de superar, una especie de "courage de trois heures du matin".
La causa de ese fenómeno parece radicar en la complicada tarea originada por el hecho de que el proyecto arquitectónico moviliza innumerables elementos que a menudo están en mutuo conflicto. Exigencias sociales, humanas, economicas y técnicas junto con las cuestiones psicológicas que afectan tanto a los individuos como a los grupos combinadas con los movimientos de las masas y los individuos con sus fricciones internas, forman un complejo entramado imposible de desenredar de una manera racional o mecánica. El inmenso numero de exigencias y problemas parciales forma una barrera tras la cual la idea básica arquitectónica emerge muy difícilmente.
En esa situación, aunque no de modo consciente, hago lo siguiente: olvido durante un tiempo el conjunto de los problemas hasta que todas la exigencias diversas y la atmósfera que la envuelve se sumerjan en mi subconsciente. Entonces paso por una fase semejante al proceso del arte abstracto. Dibujo guiado solamente por el instinto; no hago síntesis arquitectónicas, sino, a veces, algo parecido a composiciones infantiles, y, de este modo, sobre una base abstracta, gradualmente, va tomando forma la idea principal, un tipo de sustancia general, a través de la cual es posible armonizar los múltiples problemas parciales en conflicto.
Al dedicarme al proyecto de la Biblioteca Municipal de Viipuri (tenía mucho tiempo, cinco años enteros), pasaba largos períodos de tiempo entretenido con dibujos ingenuos. Dibujaba todo tipo de paisajes de montaña fantasiosos, de vertientes iluminadas por varios soles en diferentes posiciones, y de ahí surgió paulatinamente la idea principal del edificio de la biblioteca. El sistema arquitectónico de la biblioteca se compone de varias áreas de lectura y de entrega, escalonadas en diferentes niveles, y en la cumbre se encuentran el centro administrativo y de supervisión. Los dibujos infantiles sólo estaban vinculados indirectamente con el pensamiento arquitectónico, pero en todo caso conducían a un entrelazamiento de la sección y de la planta y a cierta unidad entre la construcción horizontal y la vertical.

"La trucha y el torrente de la montaña" (Domus, 1947)

Buena lectura.

1 comentario:

  1. Muy bueno jaime...No sabes los recuerdos que me trae esta biblioteca..Ademas de ser un proyectazo, me toco dibujarmela de arriba abajo, secciones axonometricas plantas...La verdad es que el tio no va ni a lucirse, ni a dar una leccion de arquitectura..Resuelve el programa de una forma super eficaz, y deja que el entorno haga el resto..
    Me ha hecho mucha ilusion que pongas un post de esto..Gracias!!

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